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Características principales

Marca
Gypsy Market
Modelo
Collar Ambar Bebés
Largo
33 cm

Descripción

El ámbar también es conocido como piedra solar. Procede de la resina vegetal fosilizada de los árboles de hace 35 millones de años del mar de Lituania.
Reconocido por sus propiedades mágicas y sanadoras, es un anti-inflamatorio y analgésico natural apto para bebés y personas de todas las edades.

Propiedades del collar de ámbar báltico

El uso del collar de ámbar hace que al estar en contacto con la piel, produce un efecto calmante y tranquilizante en los bebés y niños pequeños.
Esto es especialmente favorable durante la dentición.
Cuando ámbar está en contacto con la piel, el calor de la piel libera pequeñas cantidades de ácido succínico que luego es absorbido por la piel directo al torrente sanguíneo.
Además de desinflamar y por aliviar las molestias de la dentición, desintoxica el cuerpo, mejora el sentido de bienestar general, mejora la respiración, la circulación, y alivia el dolor, alivia las alergias, el dolor estomacal, la gastritis, aumenta el oxígeno a las células y fortalece el sistema inmunológico.

Otros Beneficios:

Activa la circulación
Mejora la inmunidad y el equilibrio de los ácidos cuando se absorbe en el torrente sanguíneo.
Estimula la glándula tiroides.
Calma las zonas inflamadas.
Calma la fiebre e infecciones.
Alivia crisis de asma y las vías respiratorias congestionadas.
Actúa en contra el estrés y la depresión.
Produce efectos positivos sobre el corazón, el sistema nervioso y los riñones.

El ámbar no se desgasta, por lo tanto es un regalo para toda la vida.
NO SE DEBE MASTICAR. La eficacia está en su contacto con la piel, no en su ingestión, es importante que en todo momento, el collar, esté en contacto con la piel de tu bebé. Siempre por debajo de su ropa.

CUIDADOS Y LIMPIEZA

Nunca uses ningún químico para limpiar el ámbar.
Puedes pulirlo usando una tela suave.
No dejes que esté en contacto con limpiadores, jabones, calor extremo u otros químicos.
Si el ámbar pierde el brillo, lávalo con agua fría y déjalo entre 10 a 15 minutos al sol.
Sécalo con un paño suave, y púlelo con un poco de aceite de oliva o de almendras.

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